Hace más de 16 años, se gestó una idea visionaria: la construcción del Puerto de Chancay. En aquel primer encuentro, pocos imaginaron la magnitud del impacto que hoy empieza a concretarse —un proyecto capaz de dinamizar la economía nacional, regional y las rutas del comercio global.
1. Potenciando nuestra competitividad
Con el nuevo puerto, se reducen significativamente los plazos y costos logísticos hacia un mercado de más de 4,000 millones de consumidores. Pero para maximizar ese potencial, es imprescindible:
- Promulgar Zonas Económicas Especiales (ZEE) privadas, que ya han demostrado impulsar sectores como la tecnología, educación y empleo.
- Aprovechar los tratados de libre comercio existentes para consolidar al Perú como un Hub logístico–industrial estratégico.
2. Cerrando brechas internas de conectividad
A nivel nacional, el reto es evidente. Volar 2,400 km hasta Panamá tarda solo 3 h 05 m, mientras que llegar a Oxapampa (380 km) lleva casi 10 h. Esto evidencia la urgente necesidad de mejorar la red de transporte interna.
Los antiguos incas lo entendieron bien: más de 100,000 km de caminos conectaban la costa, sierra y selva. Hoy, proyectos ferroviarios estratégicos, modernos y sostenibles podrían replicar esa lógica con impacto real.
3. Mirando hacia ejemplos globales
Redes como el tren este‑oeste en EEUU, la ferrovía europea (incluido el Eurotúnel), y la vasta infraestructura ferroviaria de China (≈139,000 km) evidencian el enorme potencial de un sistema ferroviario eficiente para impulsar el crecimiento.
El Perú, rico en recursos energéticos y materias primas, además de estar ubicado geopolíticamente para facilitar el comercio con América, está preparado para dar ese salto. Sólo falta la voluntad política y la inversión estratégica.
Fuente: ElComercio.
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